»The Razors Edge». Con la producción de Bruce Fairbairn y la nueva incorporación del baterista Chris Slade, significó el regreso del conjunto a los primeros puestos de las listas de ventas. Musicalmente el disco supuso cierta innovación dentro del siempre definido sonido de la banda, con una producción mucho más sofisticada de lo habitual y una mayor potenciación de ciertos aspectos como las voces de apoyo. Los temas en general presentan una orientación más comercial de lo habitual en el grupo y al mismo tiempo un barniz más cercano al Metal standard. Fue un álbum muy exitoso pero discutido debido a este lavado de cara que experimentó el sonido habitual del grupo.
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